Empresario Markos Iberkleid dice que AMETEX fue expropiada

En una carta dirigida al presidente del Estado, Evo Morales, el exdueño del grupo textil Ametex Marcos Iberkleid denuncia que la empresa fue expropiada y que el Gobierno cotizó la compañía al 30% de su valor real. Este monto pagado -dice Iberkleid- es coincidente con un triplicado incremento del pasivo laboral, producto de la demanda del despido intempestivo del personal exigido por la exministra Teresa Morales y que se realiza casi tres años más tarde.

También niega que la textilera hubiese estado en quiebra y aclara que sólo enfrentaba una situación de iliquidez.

Destaca que la empresa antes de los ataques del 11 de septiembre de 2011, que afectó sus ventas, llegó a comercializar prendas textiles por 40 millones de dólares y llegar a 57 países.

La empresa también sufrió el impacto del "Corralito argentino” y desde el año 2003 las enormes convulsiones en Bolivia, con bloqueos, huelgas, paros, cambios de gobiernos, además de las severas restricciones en el transporte desde el país.

Hasta que se llegó en 2008 al dramático desenlace con la cancelación de los beneficios del ATPDEA de los EEUU, que significaba la penalización del ingreso a ese mercado por los altos costos aduaneros.

Por otra parte, los países vecinos que se suponían alternativos establecieron severas restricciones y medidas de carácter paraarancelarias que también inviabilizaron las exportaciones de Bolivia a esos mercados.

Entre 2004 y 2005 la compañía renegoció sus obligaciones y se acogió al proceso de reestructuración bajo la Ley 2495.

Agotados los esfuerzos para lograr mercados, en febrero de 2012 se decide paralizar las tareas productivas de la empresa con efecto al 5 de marzo.

"Estábamos frente a una situación de iliquidez, pero no de insuficiencia patrimonial, jurídica y técnicamente no de quiebra, como erróneamente se expresa de manera pública. El valor de los activos era mayor que los pasivos”, remarca Iberkleid.

Da cuenta que la exministra Teresa Morales le hizo conocer que no era aceptable el cierre de Ametex, comprometiéndose a proponer alternativas, sin que trabajador alguno sea despedido. Por más de tres meses analizaron opciones, sin que se le comunicara conclusión alguna, incurriendo entre tanto en salarios, gastos y daños a la situación patrimonial.

El 12 de junio de 2012, la autoridad se presentó ante la reunión de la Junta de Acreedores, y a dicha instancia, no a los accionistas, comunicó la decisión de adquirir el grupo Ametex. Con el producto de la venta se pagarían los pasivos. Se firma un contrato de alquiler por 45.000 dólares.

El Gobierno crea Enatex con la intención inicial de mantener a todo el personal. "Lastimosamente después de la firma del contrato de arrendamiento se exigió que Ametex proceda al despido intempestivo de todos los trabajadores con el consiguiente dramático incremento del pasivo laboral. Pese a la objeción de Ametex a esta perjudicial decisión, la exministra Morales impuso su criterio incrementando las indemnizaciones laborales en casi 300%”, lamenta.

Además, sostiene que el periodo de alquiler fue forzadamente ampliado hasta 30 meses, por la "suma irrisoria impuesta”.

Según Iberkleid, durante el periodo del extendido alquiler, la exministra Morales se comprometió varias veces a efectuar el avalúo de las plantas, para establecer el precio justo para su compra. "Inclusive contrataron a peritos cubanos para llevar adelante dicha tarea y que el informe resultante habría establecido un valor superior a 35 millones de dólares -en mi opinión un valor castigado y sin considerar la revalorización de activos tales como inmuebles, como fue públicamente informado por la propia exministra, que, sin embargo, impuso a la Junta de Acreedores que el valor a pagar por los activos de Ametex sería sólo 15 millones de dólares”, puntualiza.

Esta cifra, de acuerdo con el exdueño de Ametex, coincidentemente representaba el valor de los finiquitos de los beneficios sociales reactualizados, "los que por decisiones equivocadas de la exministra después de tres años pasaron de ser aproximadamente cinco millones a más de 15 millones de dólares, por efecto de actualizaciones y sanciones conforme a la legislación laboral”.

Por esta decisión, Iberkleid remarca que el saldo de la deuda de la empresa debería ser castigado, dañando a los demás acreedores y a los accionistas. "De esta manera se compraría una industria por un 30% de su valor estimado, en una tácita expropiación, haciendo además alegoría pública de semejante hazaña”, complementa en la carta.

Página Siete se comunicó con la exministra Morales para conocer su versión, pero la exautoridad indicó que el martes aclarará punto por punto las observaciones de Iberkleid.