Las Cebras paceñas se impusieron entre 171 proyectos de 300 ciudades y ganaron el concurso internacional de Guangzhou (China) para la innovación urbana. El premio de 20.000 dólares será invertido para construir la primera Casa de la Cebra. Su triunfo es atribuido a la sencillez y calidad humana de las educadoras urbanas más chukutas.
"Es una alegrÃa muy grande para la ciudad de La Paz y por supuesto para el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz. El proyecto ha sido acreedor de un monto económico de 20.000 dólares, que van a ser destinado enteramente a la construcción de la Casa de la Cebra”, oficializó ayer el alcalde Luis Revilla.
Cada dÃa, desde hace 15 años, jóvenes con trajes blancos con rayas negras emprenden la tarea de educar. Y en ese objetivo se han ganado el corazón de los paceños y, según atestigua el premio, también el de otros ciudadanos.
La primera fase del certamen Guangzhou consistÃa en las popularidad en las redes sociales de los 15 proyectos seleccionados entre 171 presentados. La votación se cerró el lunes y las Cebras resultaron victoriosas con el 42,45%. La Paz, su ciudad natal, las apoyó, asà como otras urbes bolivianas donde se replica el proyecto -El Alto, Sucre y Tarija-.
La segunda fase del concurso, finalizada ayer, consistÃa en una exposición sobre el alcance y contenido del proyecto. El secretario de municipal de educación y cultura ciudadana de La Paz, Sergio Caballero, viajó a China para presentar a las Cebras al mundo. Él dio la buena noticia.
"Las razones por las que el proyecto fue seleccionado y resultó ganador son la sencillez del trabajo que desarrollan los jóvenes que forman parte del programa. Al mismo tiempo, la facilidad que tendrÃa para implementarse en otras ciudades”, destacó Revilla. Informó que ciudades de otros paÃses solicitaron asesoramiento a la AlcaldÃa paceña para replicar el proyecto.
Las tareas de las Cebras no sólo se limitan a la educación vial. Constantemente realizan vistas a unidades educativas, albergues y hogares para transmitir valores de una manera lúdica y para repartir alegrÃa. El Alcalde destacó que el premio es un "ejemplo de inclusión, de lo que son capaces los paceños”.
Informó que la Casa de la Cebra será construida en la avenida del Poeta y para su edificación a los 20.000 dólares del premio se sumarán otros aportes del gobierno municipal y de la cooperación internacional. Allà los jóvenes y adultos paceños contarán con un espacio de educación. "Van poder acudir para conocer la experiencia de la cultura ciudadana en La Paz”, adelantó.
Las Cebras se impusieron a proyectos finalistas de: Addis Abeba (EtiopÃa), Asunción (Paraguay), Boston (Estados Unidos), Bruselas (Bélgica), Copenhague (Dinamarca), Yakarta (Indonesia), Luleburgaz (TurquÃa), Malang (Indonesia), Menashe (Israel), Qalyubeya (Egipto), Ramala (Palestina), Songpa-gu (Corea), Tampere (Finlandia) y Tlajomulco de Zuñiga (México).
La "mamá Cebra”, la concejala Katia Salazar, atribuye el triunfo a la calidad humana de "sus hijas”. "Este proyecto es especial porque apunta a la calidad, a cambiar el modo de vivir”, dijo.
Contó que las primeras Cebras fueron lustrabotas. "Por este voluntariado pasaron miles de jóvenes y aún participan sectores vulnerables. Representan el respeto y romperán fronteras”, acotó.
Secreto Cebra: Respetar y amar de veras a la ciudad
"Mi dÃa comienza muy temprano, antes de que los niños se levanten. Mis hermanas y yo debemos estar listas para ayudarles a llegar a sus colegios, enseñarles la función de los semáforos. Asà educamos todo el dÃa. Es una experiencia inexplicable porque significa querer y respetar a tu ciudad”, cuenta Sandy, orgullosa en su traje a rayas.
Las Cebras se iniciaron en 2001 como un proyecto para concientizar a las personas sobre el uso del paso de cebra, de ahà su nombre. Después de 15 años los ciudadanos las reconocen como las carismáticas educadores.
"Las Cebritas muy valientes/ en las calles siempre están /¡siempre están! / enseñando a la gente/ el respeto a la cuidad/”, cantan mientras marchan y reparten "abresos” (abrazos y besos) en las calles.
La mamá Cebra, la concejala Katia Salazar, agradeció el apoyo de los paceños que votaron por ellas en el certamen internacional. "A partir de 2007 logramos una filosofÃa, sobre todo de respeto. Esperamos que algún dÃa podamos llenar de la alegrÃa Cebrita a toda Bolivia. Además ya nos han pedido replicar el proyecto en Lima, Buenos Aires. México y Colombia. Nos gusta compartir”, dijo.
Aclaró que ser Cebra es un voluntariado. Los jóvenes educadores reciben un pequeño monto de incentivo para transporte o inversión en educación. Los participantes coincidieron que no es un trabajo, sino "un placer”
"Disfrutas todos los dÃas porque a través de la piel Cebra ayudas a las personas. Lo más lindo es que toda la ciudadanÃa, en especial los niños, te aplauden y te dan las gracias”, comentó la Cebra Denis. Destacó que el premio Guangzhou significa que son reconocidas a nivel internacional, "como soñaban”.